Los Tres Pasajes nº 13, 1955

El dí­a de San José de este año tuvo lugar en Ancho un sencillo y emotivo homenaje, lleno de cordialí­sima sinceridad, al veterano músico, componente muy valioso de la banda de la Musical Pasaitarra, don Matí­as Beteta, padre de nuestra querido amigo el Director de la Municipal de Pasajes, don Félix.
D. Matí­as, protagonista del merecido acto, con motivo de su jubilación por edad, muestra elocuente de la admiración y simpatí­a que por él sentí­an y sienten sus compañeros los músicos pasaitarras, es un antiguo y aventajado discí­pulo de Euterpe, a cuya leal devoción dedicó 65 de los 76 años que hoy tiene.
Ejecutante muy notable, actuó, tocando la trompeta o fliscorno, en agrupaciones de Losarte y Tolosa (Diapasón y La Lira) y en la banda del Regimiento de Valencia, en a aquella época de guarnición en San Sebastián, viniendo luego a Pasajes, donde realizó una labor profesional que todos conocen y alaban.
Compositor fácil e inspirado, débansele varios pasacalles y otras obras notables y gratas que se interpretan frecuentemente.
Don Matí­as, ejemplo de afición musical y de disciplinada voluntad para el cultivo de la misma, tuvo tres hijos músicos: Félix, el mayor, director de nuestra banda local; Carlos, fallecido hace ya muchos años, y Tomás, director de la Banda Municipal de Pontevedra y músico de abundante crédito profesional en aquellas tierras gallegas.
El homenaje, que coma decimos, fue simpatiquí­simo, constó de dos partes: Primeramente, un concierto de audición en el kiosko de la Alameda anchotarra, a cargo de la Banda que dirige don Félix Beteta, y luego, en los locales de la Academia, la entrega al agasajado de una placa alegórica, obsequio de sus compañeros.
En el programa del concierto figuraba la fantasí­a, de Mehul, “Los ciegos de Toledo”; obra cuya interesante partitura fue una de las primeras que don Matí­as ejecutó en su larga vida de músico.