Sucesos

EL SUCESO DE PASAJES

La Unión Vascongada, 1898-09-18

Nuestros lectores tienen ya conocimiento, por la extensa y detallada información que del asunto ayer hicimos, del triste y desagradable suceso ocurrido al anochecer del viernes en aquella villa.
Poco hemos de agregar a lo ya dicho, sólo sí­, que a pesar de activa persecución de que es objeto, el agresor no ha sido habido.
Originario de Oyarzun, del renombrado, por muchos conceptos, barrio de Alcí­bar, conoce Ignacio Sein, autor de las heridas de que ayer hicimos relación, los campos de Pasajes y limí­trofes hasta en sus más recónditos escondrijos.

No extraña, pues, que una vez escapado, por el favor que le prestaron su esposa y padre polí­tico, de las garras de Pedro Arracha que le detení­an, logre burlar por algún tiempo la activa persecución de miqueletes y guardia civil que salieron en su busca.
La intensa oscuridad de la noche y lo quebrado de los caminos que eligiera, favoreciéronle también la huida.
Creyóse que su primera intención serí­a dirigirse a la frontera con ánimo de internarse en Francia; pero no ha debido ser así­, por cuanto, según se dice, hizo su presentación en uno de los más apartados caserí­os de Alza a hora muy avanzada de la noche del viernes al sábado, después de cometida la hazaña, en súplica de «que prestaran una boina, pues la suya se le habí­a perdido». Claro es que no fue atendido.
Créese, sin embargo, que no pasará mucho tiempo sin caer en manos de las autoridades.
El bravo teniente de la guardia civil señor Novoa Pérez, que actuó en el lugar del suceso, hizo circular con rapidez las oportunas órdenes a los puestos de su mando y autoridades de la frontera para que Ignacio sea capturado.

El estado de los heridos Antonio Iraeta y Rosa Sein continúa siendo, dentro de la gravedad de sus heridas por las complicaciones que pudieran sobrevenir, relativamente satisfactorio.
El Juzgado de Alza oyó ayer a distintos testigos del suceso dando por terminadas las primeras diligencias
Fue este suceso ayer el asunto de todas las conversaciones en Pasajes. Comentábanse con calor en la vecina villa los detalles de que ya hemos dado cuenta.