Pasaia Gaur nº 4, 1977

Uztailaren 8-an eta Euskadin lehenengoz, Pasai Antxoko zezen plazan GALEUSCA izenez deituriko kanta jaialdi bat izan zen. Galeusca izena Españako estatuan dauden hiru herri zapalduen izenetatik dator: GALiza, EUSkadi, CAtalunya. Hiru herri hauen burrukaren koord¡naketa baten irudia izan nahi zuen.

Hitz hau ez da ora¡ngoa. Españako estatuto Herri zapalduez mintzatzeko Castelao-k aspaldidanik erabili du. Baina Pasaiko herriak h¡tz horren esangura berritu, gaurkotu eta ekintzara eraman nahi izan du.

Jaialdi honen arduradunei esker –antolaketa ongi azterturik eta muntaturik baitzuten– giroa oso beroa eta zeharo abertzale kutsuko izan zen. Gure herri ttikietako jendearen antolaketa- gaitasunak ez du inoren lotsarik. Are gutiago, hiri edo hiriburuetako handikeriaz mintzo bagara.

Jaialdiari atxikiaz, Galiza eta Catalunyako ikurrinak ageri ziren. Euskadikoaren lekua hutsik zegoen. Ez zion axolarik. Jende ororen pentsamenduan zegoen gure ikurrina, eta gure herriak jasaten duen zapalketa gogorraren seinale bikaina zen hutsune hura.

Jendeak «Batasuna» eta «Lepoan hartu…» kantatuaz, hasera eman zitzaion. 5.000 jendez osaturiko abesbatz bat zirudien. Hiru globo –zuri, gorri eta berde– jaregin
zituzten. Jendea txaloka zen.

Beloki jaunak hitz batzu esan ondoren, jendea zutiturik, «Agur Jaunak» abestu genuen. Ondoren abeslariek izan zuten beren ihardunaldia. Hauek ziren: Miro Casabella (Galizakoa), Peio eta Pantxoa, Gontzal Mendibil eta Xeberr¡ (Euskadikoak) eta Rafael Subirachs (Catalunyakoa).

Bere kantak ulerterrezak zirelako, Galizako kantaria biziki onartua izan zen. Catalunyakoak, berriz, kanta askoz sakonagoak zituen. Euskaldunak jende guztia dar-dar jartzen egokienak izan ziren.

Tarteka tarteka «Gora Euskadi Askatuta», «Gora Euskadi Sozialista», «Gora Euskadi batua», «Viva Galiza Ceibe» eta «Visca Catalunya Lliure» entzuten ziren.

Ikurrin bat eskuz eskuz igaro zen jende tartean. Txaloak ugari izan ziren. Galiza eta Catalunyako ikurrinen atzetik Euskadiko bat agertu zen kable batzuetatik zintzilik. Handia zen. Laister ziren G. C.-ak kentzera etorriak. Bainan ikurrina plazatik at zegoen eta beren asmoak bete gabe alde egin behar izan zuten. Plaza guztia txaloz bete zen.

Jaialdia bukatzeko, jendea zutiturik eta behatzekin «V» ikurra eginaz, «Eusko Gudariak gara» abestu genuen.

MIRO CASABELLA

Finalizado el festival, se le preguntó al cantante gallego, quien, entre otras muchas cosas, respondió así­:

¿Cuál es el contexto socio-cultural en que nació vuestro movimiento?
–El movimiento de canción gallega, partiendo de 1968, cuando se comienza a cantar en Galicia, es un contexto socio-cultural pobre, muy bajo. Nace en Santiago, en medio universitario, donde por primera vez, 1968, se empieza a hablar el gallego. Se dan cuenta de que la lengua del pueblo, del pueblo oprimido, es la lengua gallega. Las primeras audiciones que se hacen son en Santiago de Compostela, y la primera en la Universidad de Medicina en mayo de 1968. Es cuando empieza la Universidad a tomar conciencia gallega, a hablar e impartir enseñanzas en gallego…
Nace a raí­z de este festival el grupo Voces Ceibes en el cual yo no me incluí­ porque estaba en Cataluña estudiando y trabajando. En 1967 yo cantaba en gallego en Cataluña. A raí­z de unos contactos en Galicia con el grupo Voces Ceibes yo me incluí­ en un festival que hicimos todos juntos para conocernos y saber por dónde enfocar la música, letra y canción. Es decir, partiendo de las bases, gallego como lengua, Galicia como paí­s, nación, y Galicia como un ente oprimido, qué tipo de canción, de letra y de música í­bamos a realizar.

¿Qué temas tocáis principalmente en vuestras canciones?
— Hay un tema fundamental que toca la canción popular, que toca Rosalí­a de Castro, que es el de la emigración. La emigración es la desmembración del pueblo gallego. Galicia emigra porque sus recursos económicos no pueden mantener a todas las familias del campo. El campo es pobre. Hay un minifundio atroz, No hay ayudas al campo. Tiene que emigrar. Es la piedra de toque de nuestra canción. Se habla de la emigración, de la pobreza del labrador y de las familias separadas.
Estas canciones de tipo social, que ya las escribí­a Rosalí­a de Castro, son el comienzo de nuestra canción con los poetas jóvenes que van naciendo.
Es fundamental E. Ferreiro, que viene a poner un hito muy importante en la poesí­a gallega. A partir de aquí­, la poesí­a va tomando otros derroteros. La poesí­a de E. Ferreiro es ciudadana, de post-guerra. Empezó a escribir en 1949-50 poesí­a social.
Otros importantes poetas que escriben la realidad de Galicia y esperan un futuro esplendoroso para Galicia, son M. Salvador Garcí­a Bodaño, Isaac Ferreira, Xoan Manuel Casado.

¿Por qué haceí­s la canción en lengua gallega?
— En mi caso, la comunicación con mis padres y mis hermanos lo hago en gallego. El idioma que aprendí­ al hablar fue el gallego. Por lo tanto, para comunicar mis inquietudes, problemas, ideas, etc. utilizo el gallego. Es decir, para cantar uso el gallego.

Como concienciador de un pueblo, ¿a qué nivel se coloca la canción?
— La canción es un elemento divulgador. Remontándome a la Edad Media, en Galicia, el trovador divulgaba determinado tipo de cosas, inquietudes de un señor feudal, amores de fulano de tal con tal, narraba batallas. Era narrador, porque no habí­a medios de comunicación como existen hoy, radio, prensa, tv… La canción caló en el pueblo. El pueblo la hizo suya. La canción era amor, era expresión amorosa, épica, dolorosa,…
Hoy es un elemento divulgador, concienciador, descriptivo, lí­rico, etc. Depende del estado de ánimo del cantor que expresa el problema.

Como factor concienciador de un pueblo, la canción ¿dónde debe insistir? ¿en el sentido analí­tico de una narración de sucesos o en el aspecto pasional, es decir, de incitar a la gente a la lucha para cambiar las cosas?
— Se dan varias etapas. Una etapa bélica, de acción, otra de difusión, más tranquila. Pero debe ante todo ser medio real, verdadero, de comunicación. Algo que te comunique, te inquiete, te deje algo dentro.
La canción tiene un rol muy importante. Últimamente lo hemos visto en Portugal, la importancia de la canción ha sido primordial.

¿De dónde tiene que nacer la inspiración de un cantante?
— El cantante tiene que buscar las fuentes en el acontecer diario. Uno cualquiera, aunque no sea cantor, encuentra en el medio que le rodea la sensación para estar alegre, triste, preocupado, desdichado, … El cantor encuentra la inspiración en el entorno que le rodea. Si el entorno es duro, macabro y represivo el cantor lo refleja en sus canciones.

Después de tantos años de alienamiento, existe la necesidad de reencontrarse con uno mismo, ¿hasta qué punto el cantor tiene que reencontrar lo viejo, lo antiguo?
— Para mi, si lo viejo existe, el cantor lo tiene que buscar y divulgarlo. Galicia es un pueblo que ha dejado de cantar desde hace algún tiempo. La canción popular gallega es una canción hecha por la gente sencilla: la canción de trilla, siega, labranza, mar.
Una de las labores más importantes de los cantores es la de buscar estas canciones populares que en un tiempo creó la gente y darlas a conocer al pueblo. Hacerla nuestra de nuevo y enseñarla a la gente.
La gente lo entenderá fácil. Este tipo de canción es simple, fácil de comprender.

¿Renuevas las formas antiguas o intentas crear algo nuevo?
— Nunca he intentado crear unas formas nuevas. Simplemente quiero ser un continuador, un sucesor de una lí­nea musical que se creó hace algún tiempo. En Galicia concretamente esta lí­nea musical viene creada en tiempos de los celtas. Los celtas fueron los que crearon un núcleo folklórico. Se perdió en parte, pero a través del tiempo llegó al siglo XI y entonces se empieza a crear un arte folklórico que se va desarrollando. En esta lí­nea va mi misión.
Evidentemente no puedo olvidar la música de hoy. Para mí­ la canción tiene dos partes fundamentales: la letra y la música. No se pueden separar.

¿Cómo responde la gente hacia lo que vosotros pensaí­s transmitir?
— Yo he cantado en pueblos donde no escuchan la radio. Donde trababan la tierra o el mar. La gente va a escuchar y comprende perfectamente lo que estamos haciendo.

¿Qué problemas de difusión teneis?
— En sitios en que ni siquiera se escucha la radio, la difusión es muy pobre. La difusión a través de la prensa queda en el alcalde, el cura, el capitán de la guardia civil y el secretario del ayuntamiento.
Es decir, la información no llega al pueblo.

¿Qué problemas teneis para grabar discos?
— Hay muchos problemas, económicos y de otra indole, que hacen que en Galicia no podemos grabar un disco.

¿Por qué?
— Por problema económico, fundamentalmente, y lo tenemos que hacer en Madrid o en Barcelona.

¿Y en televisión?
— En Galicia existe un programa «Panorama de Galicia» que es un tanto extraño. Es mitad en gallego y mitad en castellano. Dura media hora. Tiene escasos medios.

Si os metéis en el mercado discográfico ¿qué peligro teneis de que os absorba el sistema? ¿Os obligan a algo?
— Yo creo que llega un momento en que estás tan hecho que ya no hay peligro. En estos diez años que llevo cantando he pasado por diversas etapas y ya no tengo ninguna precaución.

RAFAEL SUBIRACHS

A continuación, el catalán Rafael Subirachs contestó así­ a las preguntas que se le hicieron:

¿Qué opinión tienes de este festival, del público, de la organización?
— Sin querer adular a nadie, todas las actuaciones de los otros participantes me parecieron de una categorí­a extraordinaria. Quizás mi actuación fue la más floja, debido a que era la primera vez que me presentaba en un paí­s fuera del mí­o y, para entenderme con el público, me vi obligado a hablar en una lengua que no era ni la mí­a ni la de ellos.
Esto me provocó una inquietud y un no saber cómo comportarme ante el micrófono. He querido presentar una realidad muy concreta de Catalunya. Podí­a haber caí­do en la facilonerí­a de que allí­ estamos bien, que somos los primeros en el plano cultural… pero con mis seis canciones he querido dar otra cosa.
En mi primera actuación me quedé cortado y anduve bastante mal sin poder encontrar mi lugar.
En la segunda parte procuré encontrar un poco de tranquilidad ante aquella fuerza que tení­a el público y fue cuando más o menos creo que mi actuación fue válida en Euskadi y que Euskadi comprendió lo que era Catalunya.
Mi actuación fue muy poco personal y más en representación de Catalunya. Partí­ de canciones tradicionales y canté cosas de un poeta que es muy representativo de Catalunya, Joan Salvat Papasseit, y me gustó mucho apreciar que la gente corease estas canciones.
Luego, cuando canté «Montanyas del Canigó» (Canipó as el sí­mbolo de unión en el Norte y el Sur de Catalunya) el público hizo que me acelerase. Nunca me habí­a ocurrido cosa semejante. Siguiendo el ritmo del público me salió más natural que nunca. Es como tení­a que salir en Euskadi. El público y yo nos hemos compenetrado.

¿Qué puedes decir sobre el público de Catalunya y el de aquí­, el de Pasajes?
— Es muy diferente, como somos diferentes los catalanes y los vascos. Vosotros teneis una cultura propia que no se parece en nada a la nuestra o a la de tos gallegos. Yo noté la diferencia, los tres sufrimos la misma opresión nacional pero toma su forma concreta en cada pueblo.

¿No te extrañó que no estuviese la bandera de Euskadi junto a las de Galiza y Catalunya?
— No, no me extrañó. Estoy enterado de la terrible opresión que sufrí­s aquí­. Además una bandera no es un trapo que cuelga, con ella hay unas formas socio¬polí­ticas y culturales que están oprimidas.
En Catalunya sí­ está la bandera catalana, en el mástil, junto a la española que es como anular la propia significación a la bandera catalana. Yo prefirirí­a que nuestra bandera estuviera prohibida.

¿Crees que en un festival ha de valorarse únicamente el trabajo de un cantante o aceptas también la aparición de banderas, y los gritos, cantos… que puedan darse?
— Sí­. Un festival no es unicamente la actuación de un cantante sino también un conjunto de afirmaciones. ¿Cuál tiene más importancia? No lo sé. En mi opinión las dos cosas tienen importancia. En el festival, cuando el público gritaba yo paraba. No porque me molestase sino porque esa actuación del público forma parte del recital. Todos realizábamos el festival. De todos era la música.

¿Cómo interpretas el patriotismo de un cantante?
— Un cantante tiene más necesidad de ser que necesidad de cantar. Y esto se manifiesta, por ejemplo, en un escultor haciendo escultura y en un cantante, cantando. El cantante deberá darle a su canción el contexto que le toca, y esto es patriotismo.

Entre los cantantes tenemos dos tipos. Los que pese a su baja calidad como artistas, cantan queriendo comunicar algo al pueblo y otros que como artistas tienen calidad pero que cantan canciones populares para poder ser aceptados por el pueblo. ¿Qué opinas sobre esto?
— Yo comencé a cantar desde muy pequeño. Yo vengo de una familia tradicionalmente musical. He tenido una formación que quizá otros cantantes no hayan podido tener. Me formé en una de las principales escuelas de música barroca que existe en Europa, en Montserrat. Acepto que no he tenido las dificultades de otros. No quiero decir lue me sienta mejor que otros, sino que ha sido así­. El hecho de cantar no significa para mi ningún sacrificio, por tanto, me entrego a la colectividad. Los cantantes me gustan por lo que sirven, no porque lo hagan mejor o peor.
Yo nunca he pensado en cambiar mi estilo. Cante lo que cante, me basta con que sirva.

¿Contribuye el profesionalismo de un cantante a que este sirva mejor a su pueblo?
— Si este pueblo vive en una situación de represión, es evidente que un cantante profesional tendrá que pactar con una serie de estamentos que están por encima de esta represión y le hacen poseer una serie de privilegios gubernamentales. El cantante deberá pactar con estos sectores semilegales. Entonces, el cantante pasa a formar parte de la élite privilegiada. A partir de aquí­ es cuando la profesionalización puede hacer más mal que bien. Yo pienso que en un paí­s que vive reprimido, antes que ser profesional de una disciplina artí­stica, hay que solucionar muchas cosas.
A mi me gustarí­a ser director de orquesta, pero no; si quiero comer tengo que dar clases (aunque no tengo vocación de pedagogo) y fuera de eso cantar, componer…

¿Qué opinas sobre una coordinación en la lucha contra el enemigo común?
— Es necesaria. Catalunya no puede asumir los objetivos sociales y nacionales sin Euskadi y Galiza. Y solo digo estos tres, porque son los que mejor han manifestado su voluntad en estos puntos. Los andaluces y los canarios han empezado también con esa voluntad nacional propia y puede ser que antes de acabar el año los tengamos que tener en cuenta. Creo que es necesaria una coordinación entre todos.
La Asamblea de Catalunya tiene cuatro puntos:
-Amnistí­a para todos los presos y exiliados polí­ticos.
-Restauración del Estatuto de Autonomí­a de 1932.
-Libertades democráticas (asociación, reunión, expresión…)
-Coordinación de la lucha de todos los pueblos que quieran asumir esta responsabilidad.
Catalunya no puede ser libre sin que Euskadi lo sea, y viceversa.